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Lo
opuesto a una cultura masculina de la violación
es una cultura masculina afectiva: hombres aumentando
su capacidad de dar cuidados (Nora Samaran)
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Amar es cuidar. Hace tiempo que vengo dándole vueltas a este tema y al por qué a los hombres les afecta tanto en su masculinidad que se les pida que cuiden, ¿es que no aman? ¿Es que l@s hij@s no son también suy@s? ¿O sus madres/padres? ¿O la casa que siempre quieren ver limpia? ¿O sus camisas y calzoncillos? (Por supuesto, no hablo de aquellos que se deconstruyen, que cuestionan sus prejuicios y que no ayudan a sus parejas sino que hacen la mitad del trabajo doméstico, según les corresponde).
Una amiga tiene la teoría de que no es machismo sino desidia y el patriarcado sólo les reafirma para que no se sientan culpables por mantener unos privilegios ilógicos, mientras que con las mujeres hace todo lo contrario. Porque cuidar cuesta. Cuesta tiempo y cuesta esfuerzo. Pero lo que más cuesta es la obligación del cuidado a cambio de nada, gratis, a cambio de descuidarte, en nombre de un amor desinteresado, ilimitadamente generoso. ¿Por qué no se habla del síndrome de la cuidadora quemada que padecen tantas amas de casa? Hombres y mujeres deberíamos repartirnos las tareas, por justicia, por plenitud individual y porque así tendríamos más tiempo para el autocuidado, para las relaciones sociales, para las aficiones, en resumen, para disfrutar la vida.
No podemos seguir plegadas a las necesidades, expectativas y deseos de los demás, para que nos quieran. No te dejes convencer por la imposición de "sufrir por amor". No valen los razonamientos estúpidos, ésos de "ellos no lo hacen tan bien, no saben", "friego los platos y hago como que no me doy cuenta de que la chapa está sucia, ya la limpiará ella...", "si por naturaleza, dais de mamar, también tenéis que cocinar" (No, no me lo invento. Lo he oído), "el instinto maternal...", "las mujeres caéis más en los detalles". No. Dímelo a mí que soy la persona más despistada sobre el planeta Tierra y ésto no me resta feminidad. Y tampoco sé cocinar, por cierto. Y no pienso planchar en mi vida.
El cuidado debe ser libre, un espacio de igualdad, sin dominación ni subordinación.
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| Reivindicar el valor de cuidar |
Una vez aclarado este aspecto, creo que el mayor superpoder que existe en el mundo es el de cuidar. Cuidar es amor en acción, en lo concreto. La política no soluciona problemas, no sólo de idealismos vive la persona y el dinero no lo puede todo. Cuando cuidamos entramos en el mundo de la otra persona, compartimos su intimidad y entonces, se inicia un mecanismo mágico que nos ensancha el corazón y nos conecta con la humanidad, con lo importante, con el sentido de la existencia. Cuidar nos ayuda a percibir nuestra debilidad, nuestra necesidad de comunidad, de no estar sol@s. Cuidar nos enseña verdades como puños como que no hay mayor regalo que la persona que tengo enfrente y que me acepta, dándome la posibilidad de acceder a su universo. Cuidar es proteger, velar, defender la dignidad de la gente, su derecho al bienestar, a la calidad de vida.

