Soy lluvia mansa,
huracán,
noche clara,
estrella fugaz.
Ilusa por naturaleza,
ignorante de vocación,
cierta tendencia a la tristeza
y la cólera facciosa en perpetua contención.
No me asusta el fracaso
ni me da miedo querer,
no le temo al ocaso
ni a un nuevo amanecer.
He aprendido a cantar
en las horas más sombrías.
Muchas cosas por cambiar,
de todo hacer poesía.
Soy amoroso desastre,
diaria contradicción,
admiradora del arte,
talento en evolución.
Estas son las pinceladas
de mi primer autorretrato.
Siempre gano mis batallas:
cuando no muerdo, araño.
Soy misterioso universo;
discurso ahogado en orujo,
imperfecto verso incierto
de un vagabundo mudo.
Mi niña eterna disfruta
de cuanto existe alrededor.
Y a veces, me siento una intrusa
en mi propio interior.
No acepto mucho las normas,
me gusta saltar al vacío,
vivir en mi oasis de sombras,
si no me falta un amigo.
No apuntes con la escopeta,
no me veas como extraña,
- Toma esta piruleta,
y ven aquí, que soy tu hermana.
He aquí la moraleja
de este corazón inquieto:
invítame a una cerveza,
¡porque no tengo remedio!
huracán,
noche clara,
estrella fugaz.
Ilusa por naturaleza,
ignorante de vocación,
cierta tendencia a la tristeza
y la cólera facciosa en perpetua contención.
No me asusta el fracaso
ni me da miedo querer,
no le temo al ocaso
ni a un nuevo amanecer.
He aprendido a cantar
en las horas más sombrías.
Muchas cosas por cambiar,
de todo hacer poesía.
Soy amoroso desastre,
diaria contradicción,
admiradora del arte,
talento en evolución.
Estas son las pinceladas
de mi primer autorretrato.
Siempre gano mis batallas:
cuando no muerdo, araño.
Soy misterioso universo;
discurso ahogado en orujo,
imperfecto verso incierto
de un vagabundo mudo.
Mi niña eterna disfruta
de cuanto existe alrededor.
Y a veces, me siento una intrusa
en mi propio interior.
No acepto mucho las normas,
me gusta saltar al vacío,
vivir en mi oasis de sombras,
si no me falta un amigo.
No apuntes con la escopeta,
no me veas como extraña,
- Toma esta piruleta,
y ven aquí, que soy tu hermana.
He aquí la moraleja
de este corazón inquieto:
invítame a una cerveza,
¡porque no tengo remedio!
Me ha gustado
ResponderEliminarQué bien!! Gracias!!
EliminarEs una mezcla de varios poetas a la vez.... Como decirte entre Miguel Hernández y Gloria Fuertes?.! Lo más surrealista ha sido la moraleja!!! ��
ResponderEliminarHalaaaaa!! Eso sin exagerar, no?? Gloria siempre será única, irrepetible e inmejorable!! Jejeje
EliminarMe encantó! Profundo y bonito, y al final con un toque muy natural y desenfadado
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