"Confieso haber mordido el polvo,
haber tocado fondo, haber besado el suelo.
Confieso que me equivoqué más veces que acerté,
que quise ser lo que no era.
Confieso que más de una vez,
al verte me cambié de acera."
- El Kanka -
- El Kanka -
Yo...
Tan grande
Con mi fortaleza inventada
Con mi afán de protagonismo
Mi ansia de poder
Mi cultura del descarte: determinadas personas, determinados ambientes.
La capacidad de control
Mordiéndome la lengua para cumplir el protocolo o no parecer distinta al resto.
La sensación de ser mejor.
Maquillaje en las mejillas y también en el corazón.
Superviviente en un mundo competitivo.
Las buenas notas,
La moda para ser guay.
Recibir piropos bonitos, adulaciones y sucedáneos.
El deseo de superioridad y de comodidad.
Ganar prestigio.
Mis razonamientos, ideas y mi lógica ante todo. La supremacía de mi verdad.
Seguridad como máscara.
El convencimiento de que merezco éxito.
Comparándome con otras personas.
Apegándome a objetos y sentimientos.
Apropiándome de todo lo que considero mío. Sin vivir los dones como regalo.
Tan orgullosa por lo bueno que dicen que hago.
Pagada de mí misma.
Exigente, claro, pero no conmigo.
"Sin pecado concebida".
Fuerte, correcta, inteligente, capaz, segura, implacable y horriblemente complicada.
Pura apariencia.
Pura apariencia.
Tú...
Tan simple.
Abierto a lo que venga.
Abrazo que acoge a cansad@s, agobiad@s y perdid@s.
Esencia de fraternidad.
Amante de lo imperfecto.
Sencillo,
Terreno,
Mendigo,
Pequeño.
No importa dónde o por qué hayas caído: ¡levántate! |
Tu predilección por lo torpe,
Por mí,
Por lo débil,
Lo inseguro,
Lo humilde,
Lo impopular.
La falta de éxito,
La ausencia de habilidad,
La realidad herida.
Lo marginal,
Lo caduco,
Lo difícil de aceptar,
Las caras lavadas y sin peinar,
Lo bello,
Lo brusco,
Lo sutil,
Lo inútil,
Lo ingenuo y hasta lo ignorante.
Lo escondido,
Lo pobre,
Lo enfermo,
Lo inquerible y despreciable,
Lo feo y lo no aceptable,
Lo tradicionalmente incorrecto,
Lo heterodoxo e impulsivo.
Abrazable y abrazante.
Entrañable.
Apasionado y apasionante.
Auténtico...
Y la ternura, entrando contigo por la ventana, descorriendo las cortinas y saboteando mi apático encierro.
(Una huella imborrable, tatuada en la memoria de una vez para siempre).
Al final, efectivamente, allá está, en un rincón agazapada, todavía asustada y harapienta: mi niña interna. Eternamente vulnerable.
Yo...
gastando tanto esfuerzo y tiempo de vida en disfrazarme.
Y tú...
"¿No sabes que donde está tu herida, está tu don?"
- Ángel Moreno de Buenafuente -
- Ángel Moreno de Buenafuente -