martes, 9 de marzo de 2021

Marea violeta

" Tu nombre es el mío.
Tu guerra, mi espejo"
- María Ruiz (cantautora) -

Si los hombres y algunas mujeres entendierais el dolor y la impotencia que nos causa a las feministas leer, escuchar, ver o sentir cada día, las violencias que se ejercen hacia las mujeres... 
Las asesinadas, 
Las desaparecidas, 
Las rociadas con ácido, 
Las violadas, 
Las secuestradas, incluso en sus propias casas... 

Quizás entonces comprenderíais esta rabia que nos nace fruto de la injusticia normalizada. De normalizar la violencia hacia nosotras.

En el feminismo no existe la victimización. Al contrario, se pretende el empoderamiento de todas las mujeres. Lo que sí tenemos en cuenta es el término "víctima", que por cierto es un concepto jurídico, que hace referencia a la persona que sufre los efectos de un delito, de manera directa o indirecta.

Por la evidente diferencia de derechos entre hombres y mujeres, 
como la estudiadísima carga de trabajo doméstico, 
los abandonos parentales, las familias monomarentales y la patraña de las custodias compartidas,
la violencia vicaria (¡dejad a la infancia en paz!);
la desigualdad salarial, los techos de cristal, 
la esclavitud sexual que tan divertida os parece; 
los chistes sexistas y el pacto de silencio masculino para cubriros entre vosotros; 
los vientres de alquiler,
la apatía machista para no perder privilegios (nos la suda lo que opinéis, queremos hechos);
la feminización de la pobreza, las críticas ante el incumplimiento de los roles de género, 
la falta de apoyo del poder judicial, 
el gaslighting,
el linchamiento a las mujeres que deciden abortar, cual quema de brujas...

La ablación genital femenina.
La mercantilización y cosificación de nuestros cuerpos.
El acoso y el abuso de poder.
El odio y la misoginia.
El cuestionamiento constante de nuestro talento y nuestra verdad.
El mansplaining (que sí, que me ha dicho tu médico que te diga que sí). 
La desposesión de la tierra y de todo, incluso del propio ser.
La invisibilización en la Historia.
El silenciamento en instituciones como la Iglesia.
La falta de condiciones y salarios peor retribuidos en profesiones esenciales, pero generalmente femeninas.
La exigencia del tiempo y de cumplir con lo establecido: con la maternidad, la suavidad, los roles de género, la imagen perfecta.

Hoy, ni una crisis sanitaria ha frenado esta marcha legendaria.

Avanza, mujer, que tus sueños son mi vuelo.
Aunque hoy estemos de duelo
Mañana gritaremos de euforia,
porque pasito a paso, transformaremos la historia.

Ayer fuimos invisibles.
Hoy, ojalá indivisibles.
Mañana, invencibles.

Así que no te detengas, canta.
No te detengas, planta.
En la esperanza de que ningún bosque creció de una sola semilla,
pero somos unas cuantas.

Tu arte en cada paso me inspira.
Eres mi fuerza, el coraje, la pasión y la ternura.
El palpitante corazón que respira
palabras de libertad sin censura.

Ríe... Que tu risa es cascada y apaga mis fuegos. 
Aprieta los dientes y cierra los puños ante el miedo.
Que sin conocerte, te admiro; y sin hablarte, te quiero.

Me siento en casa en las calles inundadas 
por tu rebeldía y tu rabia morada. 
Estas calles conquistadas son un campo de batalla 
en la rutina mancillada de opresión y competencia.
No somos más esa herencia
engañosa y trasnochada.
No da tregua la violencia
en nuestra historia relegada.

Somos olas y somos mar.
Somos tormenta y vendaval.
Juntas somos mucho más.
Somos vientos de igualdad.

Somos las que buscaron justicia y no la encontraron.
Somos baile, grito y canto.
No más sufrimiento callado,
ni maltrato amordazado.
Somos UNA frente al llanto
de tantas como nos faltan.
Somos locas y estamos hartas.

Soy negra, mulata y gitana.
Soy la bruja que quemaron.
Soy aquella que desata el nudo de su garganta.
Soy resaca de victorias que otras nos alcanzaron.

Soy la niña que quiere ser modelo
o estar siempre entre fogones.
No cuestiones su talento
Y crecerán mil girasoles.

Si viste anchos pantalones
será una súper heroína,
o si le gustan los coches,
o si prefiere la licra.

Soy las "no feministas" que precisan equidad
Las que se reinventan desde cero,
Las que no puedo soportar.
En un abrazo sincero:
anuncio sororidad.

Soy la monja que se desgasta
en el servicio a los clérigos,
con la creencia nefasta
que sólo con "amar" basta.

Soy las que venden su cuerpo
en medios de comunicación.
No dependemos del espejo
ni del capricho de un reloj.

Soy todas las esclavas de la demanda ajena,
de la necesidad propia y del miedo inyectado en vena.
¡Qué le den por culo al proxeneta 
y al macho de la caverna!

¿Cómo hacéis para que todo os importe una mierda? 
El silencio de mi abuela.
El cansancio de tu madre.
¿Cómo para que no duela
el derramamiento de sangre?

Las mujeres somos violentadas
en muchos momentos,
y a ti sólo te molestan las pintadas
en algunos monumentos.

Al final de la jornada
¿qué hacemos con las ausencias
de las que ya no tienen nada?
¿Que hacemos con las mujeres encerradas en sus casas,
dedicadas al cuidado,
sin trabajo remunerado,
sin apenas educación?
¡Reventemos el guión!
¡Hagamos revolución!
En casa, en cualquier lado,
en la calle y en cada religión.

Gracias, amigas, porque a veces no puedo.
Porque siempre soy frágil.
Porque no encuentro un hueco
ni puerta morada por la que salir.
Gracias, bonicas, por estar ahí.

Llegáis con música en la sonrisa,
mis hermanas de verdad.
No queda espacio a la crítica,
mucha solidaridad.

Convertís la noche en baile,
Florecéis en agujeros,
Proclamáis poesías posibles
en amaneceres nuevos.

Sois el puente construido por las que nos precedieron,
Sois sabiduría, de ésa que se vive desde dentro.
Brilláis como las estrellas y creamos universos. 
Gracias por abastecerme de enormes sacos de besos.

Gracias por elegirte
cada día a ti primero.
Mira siempre hacia adelante
y sigamos siendo ejemplo.

Que no te cuenten un cuento:
ser mujer no tiene precio,
ni tampoco más misterio:
mujer desde el nacimiento.

Somos feministas.
Somos abolicionistas.

"Me declaro desde ya
felizmente radical,
por amar la libertad"
- María Ruiz -



"8M porque no salimos en los libros de Historia ni nos incluyen en los libros de texto.

8M porque cultivamos el 50 % de los alimentos y solo tenemos el 2% de las tierras.

8M porque cobramos un 21% menos que los hombres y tenemos doble jornada laboral.

8M porque nos medican para poder resistir la precariedad y la sobrecarga de trabajo.

8M porque la pobreza, el analfabetismo y la desnutrición tienen rostro de mujer.

8M porque nos alquilan, nos venden y nos compran, y millones de mujeres sufren  explotación sexual.

8M porque nos cortan el clitoris: más de 200 millones de mujeres en el planeta sufren mutilación genital.

8M porque matan a 135 mujeres cada día, 87 mil cada año, hombres que dicen amarlas.
 
8M porque los hombres hacen negocio con nuestros cuerpos y nuestros bebés.

8M porque sufrimos acoso y agresiones sexuales en las calles, en el trabajo o centro de estudios, en el transporte público y en nuestros hogares.

8M porque nos siguen despidiendo por quedarnos embarazadas.

8M porque no nos dejan criar a nuestros propios hijos e hijas.

8M porque trabajamos toneladas de horas gratis cada año.

8M porque aunque algunas tengamos derecho al divorcio, no podemos divorciarnos.

8M porque el terror machista nos destroza la vida: millones de mujeres sufren explotación doméstica y violencia machista en sus hogares.

8M porque a las niñas las venden para casarlas y sufren embarazos forzados.

8M porque millones de mujeres viven confinadas en sus domicilios de por vida bajo dominio masculino.

8M porque tener un bebé del sexo femenino sigue siendo una gran desgracia para millones de familias.

8M porque ninguna niña nace para puta.

8M porque luchamos por los derechos humanos de todas las mujeres del mundo.

8M porque estamos luchando por tener autonomía económica y emocional para ser libres.

8M porque queremos caminar sin miedo por las calles.

8M porque juntas somos más fuertes, y porque unidas somos imparables."

- Coral Herrera Gómez -

1 comentario:

  1. 💜💜💜💜💜
    Patriarcado y capital: alianza criminal.

    ResponderEliminar